lunes, 5 de noviembre de 2012

El despertar de un sábado...


Suena el teléfono. Son las 9 de la mañana de un sábado 7 de Enero y llueve en la calle. 
Tengo frío, sueño y no puedo abrir ni los ojos, pero revolviéndome entre las sabanas llego a cogerlo antes de que cuelguen. Una fuerte voz me chilla desde el otro lado del teléfono:
  •  No me lo puedo creer ¿sigues en la cama? ¡te quieres levantar ya! Vamos a llegar tarde.


Estoy confusa, miles de palabras, sílabas y letras se entrecruzan en mi cabeza recién despertada sin entender nada. Vuelve esa alta voz a retumbar en mi sesera:
  •  ¡Holaaa!, no me lo puedo creer, sigues en la cama, seguro que se te ha olvidado y todo. Nos tienes que llevar al aeropuerto a tu padre y a mí. ¿hija me estas escuchando? Así que venga rapidito ven a buscarnos que perdemos el avión.       

  •  ¿Mamá que avión? El avión es un medio de transporte que va por el aire, con alas, que se mueve a consecuencia de la acción de uno o varios motores. Y vosotros vais en  un medio de transporte que circula sobre raíles, formado por vagones, es decir, un tren.

  • Pues eso, lo que yo te decía, que estas dormida y no te enteras. Así que vamos, ¡vístete y ven ya! Que estoy muy nerviosa.

Al colgar el teléfono me levante y tan rápido como el viento lleva una pequeña mota de polen por el aire. Fui a recoger a mis padres para que iniciaran el aniversario de sus 25 años de boda en un paraje idílico y de lo más romántico.